La Navidad en Alemania es particularmente emotiva. En mi última clase de inglés (el 21 de diciembre del año pasado) la profesora dijo: “este año la Navidad ha llegado muy pronto”. Ella, como la mayoría de mis compañeros (casi todos alemanes) esperaban tener unas Navidades blancas. Dijeron que por esas fechas siempre estaba todo lleno de nieve y que estas Navidades no eran unas Navidades de verdad para ellos porque no había nevado.
A mí me hubiera encantado ver todo cubierto de nieve, pero lo máximo que nevó fue esto (el 16 de diciembre).
Con la Navidad, todos los pueblos y ciudades alemanas decoran sus calles de una forma muy especial.
Los alemanes no suelen hacer demostraciones de amor y cariño: no está en su carácter, pero son personas muy trabajadoras y detallistas.
Pero ante todo son personas muy tradicionales, sobre todo en el sur.
Lo más conocido de Alemania (aparte de la cerveza y las salchichas) son sus mercadillos de Navidad, en los que más importante que los puestos para comprar regalos y motivos navideños
son los de comida:
Hemos ido a muchas ferias y mercadillos diferentes y he llegado a la conclusión de que da igual cuál sea el motivo de celebración: todo gira alrededor de la comida: da igual lo que hagan u organicen. Mi marido siempre dice: esta gente están tooodo el día comiendo… Tooodo el día.
El 14 de octubre empezaron los preparativos de la decoración navideña en Minden. Comenzaron con los árboles,
las luces
y terminaron con los puestos de Navidad.
Pero lo que más me gustó es lo que acompañó a todo… A pesar del frío que hacía, había músicos tocando en la calle
o desde las ventanas de los edificios,
Sankt Nikolaus repartiendo caramelos a los niños…
Las orquestas de música, que organizan conciertos por los pueblos y ciudades a lo largo de todo el año, alternaban su repertorio habitual con villancicos.
El primer concierto de Navidad al que fui fue el de Bückeburg.
La banda hizo una pausa en su repertorio de música americana, subió a un grupo de niños al escenario y cantaron… el “Feliz Navidad”!!
En español sólo cantaban el “Feliz Navidad. Feliz Navidad. Feliz Navidad, próspero año y felicidad” y luego seguían en inglés (el alemán no lo usan ni en los villancicos).
Las pobres criaturas estaban tan cortadas que se nos oía más a los cuatro españoles que nos pusimos a cantar para acompañarles que a ellos y al final incluso querían que nos subiésemos al escenario con ellos…
Esa noche aprendí que cuando los alemanes no entienden algo dicen: está hablando en español. Es el equivalente a nuestro: está hablando en chino.
Y para terminar, una foto que saqué en el mercadillo de Osnabrück respecto a las Navidades:
“La fiesta del amor y no del consumo” (Juventud de Greenpeace).
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